El sábado 10 de octubre, en el Samovar de Rasputin se presentó Edgardo “Gady” Pampillón, junto a su banda, la 4X4, formada por Pablo Podesta en las cuatro cuerdas, Cristian Koutsovitis en los teclados y el mítico Juan Rodriguez en la batería.
Pasaban las 23.30 hs y en el Samovar se intuía el fin del mundo. Cántaros de agua se derramaban por los cielos y corrían hacia el Riachuelo, mientras en el reducto blusero poco a poco se acercaba la gente.
Los tiempos muertos antes de que se presente la banda, no tienen nada de muertos, según mi experiencia. La espera estuvo matizada por excelentes recitales en dvd a cargo de glorias del Rythm and Blues, como Albert Collins y Etta James, mientras quien escribe reflexionaba sobre la importancia de un lugar como el Samovar ante tanta oferta palermitana plástica. Ojala hubiera más lugares asi en Buenos Aires.
Mis pensamientos fueron amablemente interrumpidos cuando la banda tomó lugar en el cercano escenario y en base a profesionalidad y maestría, construyeron un refugio ante la violencia del clima y la hora.
Knock-Out, Striptease, Keila, Mi Dodge 200 y Vecinos fueron grandes momentos de la noche, con un Gady en llamas que no paró de hablar, de saludar, de felicitar y de agradecer, mientras dejaba el alma en cada tema.
La banda sonó ajustada, hubo buenos momentos para la relación Bajo-Batería y Teclados-Gitarra, e inclusive esa práctica tan hermosa como abandonada en estos tiempos (solos de batería) fue ejecutada maravillosamente por el ex Sui Generis, La Pesada, Polifemo, Botafogo, Miguel Cantilo…un verdadero titán.
La reflexión final fue sobre los relámpagos y Gady: estoy convencido que los millones de habitantes de Buenos Aires veían el relámpago y esperaban por el trueno…los pocos afortunados que estuvimos allí en el Samovar de Rasputín teníamos al Señor Trueno delante y los relámpagos eran el flash de San Pedro al increíble espectáculo.
German Alfaro.