lunes, 12 de octubre de 2009

Gady Pampillón en el Samovar de Rasputín.



No soy músico. Una incapacidad genética para ejecutar cualquier instrumento me marginó de poder subir a un escenario, pero lo que me negaron al nacer me lo compensaron por otro lado. Escucho, veo, describo y disfruto a los verdaderos músicos. Inclusive en esas fechas en que hasta el clima se pone en contra del disfrute artístico.
El sábado 10 de octubre, en el Samovar de Rasputin se presentó Edgardo “Gady” Pampillón, junto a su banda, la 4X4, formada por Pablo Podesta en las cuatro cuerdas, Cristian Koutsovitis en los teclados y el mítico Juan Rodriguez en la batería.
Pasaban las 23.30 hs y en el Samovar se intuía el fin del mundo. Cántaros de agua se derramaban por los cielos y corrían hacia el Riachuelo, mientras en el reducto blusero poco a poco se acercaba la gente.
Los tiempos muertos antes de que se presente la banda, no tienen nada de muertos, según mi experiencia. La espera estuvo matizada por excelentes recitales en dvd a cargo de glorias del Rythm and Blues, como Albert Collins y Etta James, mientras quien escribe reflexionaba sobre la importancia de un lugar como el Samovar ante tanta oferta palermitana plástica. Ojala hubiera más lugares asi en Buenos Aires.
Mis pensamientos fueron amablemente interrumpidos cuando la banda tomó lugar en el cercano escenario y en base a profesionalidad y maestría, construyeron un refugio ante la violencia del clima y la hora.
Temas de su último disco (Conventillo) se mezclaron con posibles temas de su próximo disco, y algunas de sus primeras composiciones.
Knock-Out, Striptease, Keila, Mi Dodge 200 y Vecinos fueron grandes momentos de la noche, con un Gady en llamas que no paró de hablar, de saludar, de felicitar y de agradecer, mientras dejaba el alma en cada tema.
La banda sonó ajustada, hubo buenos momentos para la relación Bajo-Batería y Teclados-Gitarra, e inclusive esa práctica tan hermosa como abandonada en estos tiempos (solos de batería) fue ejecutada maravillosamente por el ex Sui Generis, La Pesada, Polifemo, Botafogo, Miguel Cantilo…un verdadero titán.
Acercándose el final, el entusiasmo de la gente, que poco a poco y a pesar del diluvio se llegó hasta La Boca, fue incrementándose hasta hacernos creer que éramos los únicos seres que festejábamos la vida en forma de música.
La reflexión final fue sobre los relámpagos y Gady: estoy convencido que los millones de habitantes de Buenos Aires veían el relámpago y esperaban por el trueno…los pocos afortunados que estuvimos allí en el Samovar de Rasputín teníamos al Señor Trueno delante y los relámpagos eran el flash de San Pedro al increíble espectáculo.



German Alfaro.

lunes, 5 de octubre de 2009

¡33RPM MAGAZINE!


Desde el jueves 01/10/2009 la mejor revista digital orientada a los vinilos puede estar en tu computadora!

Gracias a todos los que colaboraron, saludaron, palmearon, criticaron, besaron, recomendaron, pasaron, vieron, revisaron, hojearon, deleitaron, aplaudieron, imprimieron, leyeron, gozaron, rieron, emocionaron, lagrimearon, linkearon, mailiaron, messengeriaron, ...y algunos "aron" mas!
¡Que la disfruten!

German Alfaro.

jueves, 1 de octubre de 2009

La Mississippi festejó sus 20 años.



La gran pregunta es: ¿Cómo sobrevivir dignamente 20 años en un mercado discográfico en extinción? La respuesta está en el ADN de La Mississippi, quien se presentó durante todo septiembre en The Roxy Live, otrora conocido como El Condado.

Lejos de sus compañeritos de escuela (los disueltos Memphis), La Mississippi ha recorrido 20 años con una frescura a prueba de óxido, y lo festejó como una banda quiere: una serie de recitales en el boliche de Palermo, los días 12, 19 y 26 de septiembre.

Ahí se pudo empezar a vislumbrar el porqué del interrogante principal. Lejos de mantenerse en el sitial de privilegio que les da su historia, Tapia y compañía siguen tocando y divirtiéndose como una banda nueva, privilegiando el goce de cada oportunidad de tocar. La veinteañera formación (Veinte años no es nada cantaba Carlitos) mostró sobre el escenario una disposición a la fiesta y al festejo que encierra una parte del secreto de su éxito. Quien crea que La Mississippi es sólo una banda de blues se equivoca de punta a punta. Es cierto que cuando ejecuta ese género es bien difícil no sentirse un parroquiano en algún bar a la vera de la ruta, pero cada uno de sus músicos tiene un amor y una dedicación a su instrumento, que los hace incursionar en el rock, el reggae, hasta el tango! y salir airosos.

Dos horas exactas duró el show, que arrancó (como últimamente sucede) puntual. La primera hora y media es como una cita a ciegas. La banda saca a relucir todas sus dotes seductoras, establecen guiños con el público, nos venden lo lindo que es escucharlos, y nos prometen de todo para convencernos de que valen la pena…y la ultima media hora muestra lo entregados que estamos los del público para aceptar todo sin importarnos nada mas que escuchar, bailar y aplicar sus letras a nuestra vida diaria!

Tres palabras, Mala transa, El municipal, Sube a mi Voiture, San Cayetano, Por fin te fuiste, Mabel, Obrero del amor y muchos temas más provocaban que absolutamente todos los presentes moviéramos la cabeza, o el pie, e inclusive algunos agraciados por la varita mágica bailaban!

La banda, por si alguno tiene memoria a corto plazo, estuvo sobre el escenario con Tapia en la voz, guitarras, slide, dobro y percusión, Gustavo “Clapton” Ginoi en guitarra eléctrica; Claudio Cannavo en bajo; Juan Carlos Tordó en batería; Edu Introcaso en saxo alto; Marcelo "Zeta" Yeyati en saxo tenor y flauta, Gastón Picazo en teclados, todos ellos acompañados por la visita del gran King Size Daniel Raffo en guitarra eléctrica, Luis Robinson descosiéndola en la armónica y el morocho mas copado de la Tierra en percusión, Jimmy Santos.

Luego de un cierre increíble con El Detalle en formato tango, solos Tapia y Eduardo Cirrillo en bandoneón sobre el escenario, comenzó la lenta salida de los asistentes, quienes como un ritual nos instalamos en la puerta del Roxy Live para esperar y hablar con los músicos, que luego de cada show, siempre salen para comulgar con sus fieles seguidores

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German Alfaro.