Al principio me pareció extraño saberme tan frágil. Imaginar que el simple roce contra alguna superficie puntiaguda podría hacerme explotar, reventar en un segundo, asustar a algún perro con el ruido y nada mas. Saber que inmediatamente después de transformarme en un pedazo de látex violeta tirado en el suelo, sería usado por un abuelo aburrido para mostrarle a sus nietos que de ese fragmento se podían crear dos o tres globitos mas pequeños, y que sería muy divertido detonarlos con los dientes.
Sensación esa que me hacía desear que un viento fuerte me elevara por sobre los árboles y los edificios, superando en mi gallardía violácea el ocre de los que no tenían mi suerte.
Saber que ese mismo viento me arrastraría a las alturas, viendo empequeñecer las autopistas y las rutas, tironeado hacia destinos que ningún globo hubiera siquiera soñado, tan ocupados ellos en alegrar cumpleaños y kermeses.
Y ya no era un débil globo llevado por el viento, no…era el viento quien obedientemente venía para cumplir mis deseos, cual empleado fiel. “Mas alto”, “mas fuerte”! le ordenaba….y la brisa se transformaba en huracán.
Subía y subía, sentía que las águilas y yo éramos contendientes en alcanzar la bóveda donde se ocultaba ese gran cobarde sin rostro. Días y noches largaba aire para ser más liviano y alcanzar mi objetivo.
Luego de cinco semanas, llegaría hasta él y chocaría mi gomosa cabeza contra sus pies, diciéndole: “¡Ey! ¡Si llegué hasta acá eso nos hace iguales! ¡Soy merecedor de la misma adoración que vos!” “Quiero altares en mi nombre y que los pueblos maten y se salven en mi circunferencia”. “¡Necesito ser el salvador de todos, que reciban mi cuerpo y lo idolatren cual mesías”!....y Dios, en su infinita sabiduría, acercaría un alfiler a mi perímetro y antes de punzarme diría: deseo concedido.
Sensación esa que me hacía desear que un viento fuerte me elevara por sobre los árboles y los edificios, superando en mi gallardía violácea el ocre de los que no tenían mi suerte.
Saber que ese mismo viento me arrastraría a las alturas, viendo empequeñecer las autopistas y las rutas, tironeado hacia destinos que ningún globo hubiera siquiera soñado, tan ocupados ellos en alegrar cumpleaños y kermeses.
Y ya no era un débil globo llevado por el viento, no…era el viento quien obedientemente venía para cumplir mis deseos, cual empleado fiel. “Mas alto”, “mas fuerte”! le ordenaba….y la brisa se transformaba en huracán.
Subía y subía, sentía que las águilas y yo éramos contendientes en alcanzar la bóveda donde se ocultaba ese gran cobarde sin rostro. Días y noches largaba aire para ser más liviano y alcanzar mi objetivo.
Luego de cinco semanas, llegaría hasta él y chocaría mi gomosa cabeza contra sus pies, diciéndole: “¡Ey! ¡Si llegué hasta acá eso nos hace iguales! ¡Soy merecedor de la misma adoración que vos!” “Quiero altares en mi nombre y que los pueblos maten y se salven en mi circunferencia”. “¡Necesito ser el salvador de todos, que reciban mi cuerpo y lo idolatren cual mesías”!....y Dios, en su infinita sabiduría, acercaría un alfiler a mi perímetro y antes de punzarme diría: deseo concedido.
German Alfaro.
4 comentarios:
Por un momento deje que mi mente vuele como el violaceo globo y extraños pensamientos llegaron a mi, pero el alfiler me dio un poco de cosita asi que aterrice rapidito y todo volvio a la normalidad. Besos nene, se te quiere
Me gustó
Lo llamativo (y a no descartar) es la cuetión desiderativa; es decir, lo importante es comprender que el deseo es el motor, la energía, el vehículo hacia la "libertad" (felicidad, poder, etc. - cada uno lo llama como puede -. Y en el momento en el que Dios (o uno mismo) "agota" dicho deseo (consiguiéndolo o anulándolo neuróticamete) éste - y uno mismo - deja de existir sujetanto al cada uno, a cada "sujeto", al vacío... a la nada.
En fin, Germán, excelente relato... gracias.
CADA VEZ QUE LEO ESTE RELATO EN LOS DISTINTOS MOMENTOS EN QUE VUELVO PARA RECORDAR LO QUE DECIA, SIENTO LA MISMA SATISFACCION. una lectura sin distaccion y una profunda concentración sin esfuerzo.
Sera por eso que acabode decidir con algunos compañeros más que este pequeño relato entrara en nuestra selección para las locus de ingreso! Éste ( que me hubiese gustado que TUVIERA globos de mas colores) y FALANGUISTA ( el preferido).
MIS felicitaciones como siempre!
al.
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