lunes, 23 de noviembre de 2009

Los verdaderos Blues Brothers.

Jaf / Don Vilanova en el teatro Premier.
Viernes 20 de noviembre del 2009.


Desde hace muchos años (19, para ser más exacto) me sucede que asisto a un recital y desde los primeros temas empiezan a aparecer en mi mente mil y una formas de empezar la futura crónica del espectáculo.
Durante la presentación del prodigioso dúo formado por Juan Antonio Ferreira (JAF) y Miguel Vilanova (ex Botafogo, actual Don Vilanova) en el Teatro Premier de Corrientes el viernes 20 y el sábado 21 de noviembre, esta ¿bendición? ¿maldición? me volvió a suceder.
Pero, a diferencia de otras veces, vino a mi recuerdo una historia que leí cuando era pequeño sobre un hombre que se había arrancado los ojos luego de mirar a la mujer más hermosa de la Tierra. Con ese acto quiso demostrar que no habría nada más bello por mirar en lo que le restara de vida...Bueno, en honor a la verdad, durante el recital que ofrecieron estos dos monstruos de la guitarra, estuve tentado de arrancar de mi cabeza las orejas seguro de que no habrá nada que supere la experiencia que significó estar ahí, en ese momento único (pero esperemos no sea irrepetible!) en que dos titanes de la música argentina unieron fuerzas para dejarnos a todos los asistentes con cutis de ave durante las dos horas que duró el show.
Con una puesta en escena sobria, batería al fondo, dos mic al frente, teclados a la izquierda del escenario y sala llena, pasadas las 22 hs. salieron a escena uno a uno los músicos que engloban el blues en la argentina.
Por si fuera poco una dupla así, Juan y Miguel se dieron el lujo de contar con uno de los popes del Rock Nacional en los teclados: el señor (y me pongo de pie) Ciro Fogliatta, (ex Gatos, ex Polifemo, ex Carolina, ex Blue Makers) y también con sus respectivos músicos de banda: Luciano Scalera y Beto Topini en batería, Rafael Pravettoni y Pablo Santos en el bajo y el genial Franco Capriatti en la armónica.
La gacetilla de prensa prometía temas de su autoría y “clásicos seminales del Rock´n´Roll y del blues universal”….promesa que cumplieron a rajatabla con un inicio a todo trapo de “Good Golly Miss Molly”, inoxidable tema de Little Richards.
Se sucedieron seguidamente temas de Robert Jonson (Sweet Home Chicago), Bo Diddley (Before you acuse me), y una interpretación de Big Boss Man (Elvis Prestley) a cargo de Ciro que hizo temblar la avenida Corrientes. También hubo lugar para inquietas versiones distintas de Imagine (John Lennon) a cargo de Miguel Vilanova cantándola en castellano y rogando por la paz con su “escopetarra” (una guitarra que le fue entregada en el año 2007 por el músico colombiano César López, y que es un fusil AK-47 modificado a instrumento de paz), momento que aprovechó para reclamar por una toma de conciencia en la Humanidad, y Pata de Lana con un Don Vilanova diciéndole a todos sus músicos que eran unos “pata é lana”!
Juan nos brindó una reversión de Pistas Candentes que nos dejó atónitos por su fuerza y entrega, para luego dar paso a una invitada muy especial: su hija Virginia que interpretó Johnny B.Good (Chuck Berry) con toda la banda a su disposición.
El tiempo pasaba y la gente estaba a cada segundo más enloquecida, no sólo por poder disfrutar de temas que sólo algunas radios pasan sino (y principalmente!) por la buena onda y compañerismo que había arriba del escenario. Con un mercado musical deshecho y compañías discográficas caníbales, estos dos SEÑORES MÚSICOS, con cero difusión y menos plata, pusieron a disposición de los asistentes un show que le pone la tapa a tanta oferta vacía de contenido y pasión.
Si en otros artistas estas palabras hubieran sonado huecas y faltas de sentido, en boca de Juan Antonio y Miguel provocaron rabiosos aplausos y predispusieron aún más (si es que era posible) a la concurrencia para cantar y bailar al ritmo de Little Red Rooster y Hoochie Coochie Man, ambas escritas por Willie Dixon.
Acercándose el fin del show, los pedidos de la gente tuvieron su recompensa cuando JAF salió a cantar El Mismo Tren a capella! Aún siento vibrar dentro mío su prodigiosa voz.
Y ahora si, un final a toda rosca con Tren de las 16 y todos los músicos cual adolescentes ejecutando sus instrumentos con una sonrisa en sus labios.
¿Final de una noche mágica? No, señoras y señores. Apenas terminado el recital, Miguel Vilanova recorrió desde el escenario hasta la salida del teatro sacándose fotos, firmando autógrafos y charlando con un público que lo miraba extasiado. Poco a poco fueron saliendo los demás músicos y se quedaban charlando con los asistentes al espectáculo, en una práctica que había entrado en desuso, pero que estos enormes seres humanos intentan con sus actos que no se pierda.
Como les dije al principio de la nota, faltó poco para que sacrificara mis oídos en el convencimiento de que prefería guardar estos sonidos en mi cabeza por toda la eternidad sabiendo que no se iba a repetir algo así….pero me salvó que al día siguiente volvían a tocar!
Gracias Miguel y gracias Juan por brindarnos tantas lecciones de vida en tan pocas horas.

German Alfaro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE BUENO QUE RADIO QUASAR HAYA PODIDO ESTAR ALLI EN U PEDAZO DE HISTORIA, SEGURAMENTE IRREPETIBLE!

EXCELENTE CRONICA!

SALUDOS!

AL.