“Limpia, fija y da esplendor"
Acabo de recibir un e-mail de Pepe Perona, el maestro de Gramática, reproduciendo otro que le ha enviado no se sabe quién. Desconocemos el nombre del autor original; así que, en esta versión postmoderna del manuscrito encontrado, me limito a seguir el juego iniciado por mano genial y anónima. El maravilloso texto se refiere a una supuesta reforma ortográfica que va a aplicar la real Academia, a fin de hacer más asequible el español como lengua universal de los hispanohablantes y de las soberanías soberanistas. Y lo reproduzco con escasas modificaciones.
Según el plan de los señores académicos expertos en lanzada a moro muerto la reforma se llevará a cabo empezando por la supresión de las diferencias entre c, q y k. Komo komienzo todo sonido parecido al de la k será asumido por esta letra. En adelante se eskribirá kasa, keso, Kijote.
También se simplifikará el sonido de la c y la z para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamerikanos: "El sapato ke kalsa Sesilia es asul". Y desapareserá la doble c, reemplazándola la x: "Mi koche tuvo un axidente". Grasias a esta modifikasión los españoles no tendrán ventajas ortográfikas frente a los hermanos hispanoparlantes por su estraña pronunsiasión de siertas letras. Se funde la b kon la v, ya ke no existe diferensia entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual desapareserá la v y beremos kómo obbiamente basta con la b para ke bibamos felises y kontentos. Lo mismo pasará kon la elle y la ye. Todo se eskribirá kon y: "Yébame de biaje a Sebiya, donde la yubia es una marabiya". Esta integrasión probocará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia. La hache, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, kedará suprimida por kompleto: así, ablaremos de abichuelas o alkool. Se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre echo y hecho, y no tendremos ke rompernos la kabesa pensando kómo se eskribe sanaoria. Así ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.
Para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá kon doble r: "El rrufián de Rroberto me rregaló una rradio". Asimismo, para ebitar otros problemas ortográfikos se fusionan la g y la j, para que así jitano se escriba como jirafa y jeranio como jefe. Ahora todo ba con jota de cojer. Por ejemplo: "El jeneral corrijió los correajes".
No ay duda de ke estas sensiyas modifikaciones arán ke ablemos y eskribamos todos kon jenial rregularidad y más rrápido ritmo. Orrible kalamidad del kasteyano, jeneralmente, son las tildes o asentos. Esta sankadiya kotidiana desaparese con la rreforma; aremos komo el ingles ke a triunfado unibersalmente sin tildes. Kedaran ellas kanseladas en el akto, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bokablo: "Obserba komo komo la paeya".
Las konsonantes st, ps, bs o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aprosimarnos a la pronunsiasion de ispanoamerikanos y para mejorar ete etado konfuso de la lengua. Tambien seran proibidas siertas asurdas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano: "¿Ke ora da tu rrelo?", "As un ueco en la pare", y "Erneto jetiona lo ahorro de Aguti".
Por supueto, entre ellas se suprimiran las eses de los plurales: "La mujere y lo ombre tienen la mima atitude y fakultade inteletuale". Yegamo trite e inebitablemente a la eliminasion de la d del partisipio pasao y kanselasion de lo artikulo, impueta por el uso: "E bebio te erbio y con eso me abio". Kabibajo asetaremo eta kotumbre bulgar, ya ke el pueblo yano manda, kedando surpimia esa de interbokalika ke la jente no pronunsia. Adema, y konsiderando ke el latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa que Birjilio, Tasito y lo otro autore latino rrechasaban, kateyano karesera de artikulo. Sera poco enrredao en prinsipio, y abalaremo komo fubolita yugolabo en ikatola, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma rresulta ma fasile. Profesore terminaran benerando akademiko de la lengua epañola ke an desidio aser rreforma klabe para ke nasione ispanoablante gosemo berdaderamente del idioma de Servante y Kebedo. Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Ata ai podiamo yega. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ipanika y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio y e korason bibifikante de lengua epañola unibersa.
Arturo Pérez-Reverte
El Semanal
Interesante artículo, mas allá de la graciosa forma en que esta escrito. Para el que no lo sabe, Pérez-Reverte fue un excelente corresponsal de guerra, cubriendo conflictos armados en Chipre, Líbano, Eritrea, el Sahara, las Malvinas, El Salvador, Nicaragua, Chad, Libia, Sudán, Mozambique, Angola, el Golfo Pérsico, Croacia, Bosnia, entre otros.
Asqueado por la politización de la televisión, renuncia a su trabajo y se dedica a escribir. Lo hacía desde antes, pero es en este oficio donde plasma sus visiones sobre el honor, el compromiso, la marginalidad y la trascendencia.
Desde 1991 escribe una columna en el suplemento dominical El Semanal, y de allí hemos rescatado esta nota sobre supuestos cambios que introduciría la Academia española al idioma castellano en su forma escrita, que a su vez produciría cambios en su oralidad.
Me viene a la memoria “Apocalípticos e Integrados”, el librito que el genial Umberto Eco cedió a la humanidad analizando las diferentes posturas de la sociedad en la cultura de masas. Si no lo han leído, lo resumo en esto: para los Apocalípticos, la cultura de masas es la decadencia personificada. Cualquier masificación es sinónimo de bastardización de lo establecido, Vendrían a ser los “puristas” de género.
Por otro lado, los Integrados defienden con énfasis toda nueva manifestación, y consideran que inclusive lo masificado es bueno, ya que altera el orden establecido.
Aplicando estos conocimientos a la nota de Pérez-Reverte, puede que nos sintamos inclinados a ver una crítica a la decisión de cambio del lenguaje…pero Pérez-Reverte no es lineal. Lo que nos está diciendo es que los cambios hay que tomárselos con buena predisposición (por eso el humor en el escrito), y mostrándonos que todo cambio abrupto puede llegar a ser nocivo. Como en la vida, los cambios deben ser graduales, concensuados. Hay que aceptar que los cambios existen, y sería más edificante enfocar todos estos esfuerzos en torno a la cultura para lograr acciones que den como fruto verdaderos valores culturales, en vez de enfrascarnos en discusiones sin sentido, que evitan la acción.
German Alfaro.
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