jueves, 22 de diciembre de 2011

...Y me voy tomando el palo....


Ilusiòn. Dinero. Tiempo. Salud. Sonrisa.
¡Mi reino por una venganza!
Y despuès, ¿què? Ver el dolor, y la muerte y la decadencia y alegrarme?
No. Mejor perdonar.
Ser mejor persona. Mejor ser humano. Mejor...
Mejor me dejo de joder y me voy. Bien lejos, donde ningùn conde realice escatologicas acciones. Donde no lleguen los efluvios monstruosos de las bestias sin sentido de decencia. Al lìmite de las marismas saladas y los bisontes alados.
Rutas, pueblos, camiones y ramos generales me saltaràn a la vista, y con ellos construirè la estructura de mis sueños, que serà vista desde la Luna cual muralla china, para placer y gozo de los que me quieren.
Por eso, mis amigos, acà les digo adiòs, y el hasta pronto serà guardado por un minotauro sin cera en sus paredes por los siglos de los siglos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuantas ganas de tomarme el palo tengo a veces, por no decir que es un sentimiento casi permanente frente a la necesidad de constante cambio, o mejor dicho: evolución.
Como si por un momento todo lo que tengo es mi ruta a seguir, simplemente yo y el pavimento.
El perdón parece ser la única opción para terminar con todo lo que nos ata al infierno del odio.
Me sumo a tu viaje, haceme lugar...

Anónimo dijo...

atte: L.N