jueves, 12 de abril de 2012

La niña de la cama bajo la escalera.


¿Qué es el mundo desde una ventana?

¿Puede una escalera acaso decirnos algo sobre su tamaño?

De día o de noche. Unos pies subían. Otros pies bajaban.

Del techo reptaban hacia abajo los rechinidos metálicos, los goznes herrumbados en un recital cacofónico que bien podrian anunciar un festejo como un enojo tardío.

Pies que subían y pies que bajaban. y entre ellos los resortes ruidosos.

Una sola vez vió la escalera desde un lugar distinto. Su mamá le dijo que era imposible, pero ella jura que se acuerda. "Te juro mamá que me acuerdo". Y su madre que sale a colgar ropa, y que tarda, tarda, mientras la ropa se va humedeciendo con las lágrimas.

Cada noche después de esta charla, ella sueña. Su madre bajandose de la enorme cama. Un hombre detrás. No sueña su cara pero si el cinto y el brazo elevandose y la descarga furiosa sobre la espalda de su madre y ella llorando mientras el cuerpo la cubre del castigo. Como en una película de carretel lento, su madre alzándola mientras el brazo con el cinto, el brazo ES el cinto, sigue subiendo y bajando y el picaporte que parece empeñado en trabarse hasta que al fin las escupe, una casa que escupe a sus habitantes por la escalera, y los pasos temblorosos pero frenéticos, con cuidado pero con prisa porque el hombre del cinto viene persiguiendolas. Y el taco del zapato que se rompe y los dos cuerpos que caen por la escalera mientras el hombre del cinto viene....Ahí llega el segundo de maravillosa libertad. Medio segundo tal vez. ...y luego oscuridad, dolorosa prisión. Le falta el aire. Boquea por una brazada de aire, los ojos se desorbitan, y despierta bañada en sudor, gritando, sin poder moverse, mientras su madre baja corriendo las escaleras del conventillo. Ese conventillo con una escalera sobre una ventana que es el único registro de realidad de una niña postrada.


German Alfaro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se nota que tenés una facilidad para describir los ambientes, pero por sobre todas las cosas los estados de ánimo, me da la impresión de que cuando escribís podes visualizar muy bien la realidad a plasmar, como si fueras por unos segundos esa historia, por completo, sin pausas, de corrido toda una vida en un grupo de caracteres informáticos.

L.N

German Alfaro dijo...

Escribir es plasmar algo, hacerlo tangible, volverlo verdadero, darle una personería...estan los oderosos que con el sólo pensamiento crean universos donde no apoyaron (ni apoyarán) un solo pie de su existencia...por ootro lado estan los que viven y dps cuentan....verdaderos Hemingway´s de los relatos....y estamos los que vivimos y hacemos por partes iguales ...bueno, nunca iguales, pero sí lo más simétricamente posibles! Gracias por entenderlo!