lunes, 5 de noviembre de 2012
Entre aquellos y estos...
lunes, 14 de mayo de 2012
él tenía un sueño....
Un sueño donde las toallas estèn junto con los jabones y el papel higiénico con el algodón.
Acostarse temprano y desayunar.
Planchar la camisa y combinarla con las medias.
Entrar al trabajo con una sonrisa.
Planear las vacaciones y los ingredientes de cada comida.
Dormitar en el colectivo mientras sueña acostarse con la chica del asiento de al lado.
Besar cariñosamente a sus hijos y a su mujer cuando llega a su casa y sacar la basura.
Cenar mirando la televisión, asintiendo a cada comentario.
Desvestirse, colgar la ropa, y acostarse.
Cerrar los ojos y dejar que Morfeo entre por su oreja y lo haga despertar….Un despertar que lo muestre con menos panza. Mas cabello. Sin bolsas bajo los ojos y con la mirada brillante.
Un despertar con un hacha en sus manos y con tremenda alegría golpear los objetos de porcelana de la repisa de la tía Eduarda, descargando el filo sobre las puertas de los armarios desodorizados y tajeando las ropas de los placares.
Un despertar donde los harapos del aquelarre son su uniforme y puede entrar en el trabajo escupiendo marismas de insultos.
Un despertar que lo muestra volviendo a su casa violando a la mujer del asiento de al lado mientra el colectivero y los demas pasajeros (hombres y mujeres) vociferan cánticos tribuneros.
Un despertar donde cocina al perro en salsa portuguesa y lo sirve en la cena familiar y que, tomando el bate de baseball del hijo menor, golpea la pantalla del televisor mientras los cristales vuelan por los aires y le cortan la piel.
Despertar derramando el querosen por toda la casa, esperando que el despertador suene y suene, mientras el crepitar de las llamas se acerca y le provoca insomnio.
miércoles, 2 de mayo de 2012
Espíritu Lobo.
miércoles, 25 de abril de 2012
Si tuviera que salvar el mundo un jueves...
domingo, 22 de abril de 2012
Blind Love.
Me gustaste.
Te hablé.
Te toqué la cintura.
Te hice reir.
Te gusté.
Te quise.
Me quisiste.
Te hice el amor.
Me hiciste el amor.
Me dejaste.
Te lloré.
Te perdí.
Te olvidé.
Me olvidaste.
Te vi.
Y todo volvió a empezar, una vez más.....
viernes, 13 de abril de 2012
Los dientes.
Luz pálida del baño reflejando mi atónita cara en el espejo, mis piezas dentales esparcidas todas por el piso.
jueves, 12 de abril de 2012
La niña de la cama bajo la escalera.
¿Qué es el mundo desde una ventana?
¿Puede una escalera acaso decirnos algo sobre su tamaño?
De día o de noche. Unos pies subían. Otros pies bajaban.
Del techo reptaban hacia abajo los rechinidos metálicos, los goznes herrumbados en un recital cacofónico que bien podrian anunciar un festejo como un enojo tardío.
Pies que subían y pies que bajaban. y entre ellos los resortes ruidosos.
Una sola vez vió la escalera desde un lugar distinto. Su mamá le dijo que era imposible, pero ella jura que se acuerda. "Te juro mamá que me acuerdo". Y su madre que sale a colgar ropa, y que tarda, tarda, mientras la ropa se va humedeciendo con las lágrimas.
Cada noche después de esta charla, ella sueña. Su madre bajandose de la enorme cama. Un hombre detrás. No sueña su cara pero si el cinto y el brazo elevandose y la descarga furiosa sobre la espalda de su madre y ella llorando mientras el cuerpo la cubre del castigo. Como en una película de carretel lento, su madre alzándola mientras el brazo con el cinto, el brazo ES el cinto, sigue subiendo y bajando y el picaporte que parece empeñado en trabarse hasta que al fin las escupe, una casa que escupe a sus habitantes por la escalera, y los pasos temblorosos pero frenéticos, con cuidado pero con prisa porque el hombre del cinto viene persiguiendolas. Y el taco del zapato que se rompe y los dos cuerpos que caen por la escalera mientras el hombre del cinto viene....Ahí llega el segundo de maravillosa libertad. Medio segundo tal vez. ...y luego oscuridad, dolorosa prisión. Le falta el aire. Boquea por una brazada de aire, los ojos se desorbitan, y despierta bañada en sudor, gritando, sin poder moverse, mientras su madre baja corriendo las escaleras del conventillo. Ese conventillo con una escalera sobre una ventana que es el único registro de realidad de una niña postrada.
German Alfaro.
domingo, 8 de abril de 2012
La dama de la Luna
No alcanza con haberte visto.
Tampoco alcanza con haberte probado.
Ni siquiera es digno de atenciòn el hecho de haberte olido.
No se me cruza por el occipital que alcance satisfacciòn el haberte besado, abrazado y amado.
Me quedè con ganas de mas.
Con ganas de descubrir los matices que separan un pie frio de uno caliente.
O de probar palabras viejas y significados nuevos.
Tambièn hubiera asesinado por extender la duraciòn de un semàforo en rojo, o por transitar el averno policial tomados de la mano.
Hubiera querido saber màs sobre alambres y corpìños, comidas y dineros y sobre deseos y miradas.
Hubiera querido decirte que yo tmb elijo la mejor de las noches por sobre todas las noches.
Hubiera deseado decirte que pase lo que pase, la nada siempre serà lo que mas me llene cuando se trate de nosotros.
Me quedè con ganas de decirte tanto a la orilla de la vereda mientras se hacìa de dìa.
German Alfaro.
sábado, 31 de marzo de 2012
A. Normal...
Subir la música, atronar a los vecinos con guitarras afiladas en la distorsión de un grito de águila en celo, y sentir que no alcanza...
sábado, 17 de marzo de 2012
No soy un hombre que sabe...
No soy un hombre que sabe. O lo que sé, no llena mi vacío. Cual Gilgamesh contemporáneo, me gustaría vivir todas las vidas. Pero sólo tengo una.
¿Sólo una? ¿Estoy seguro?
No.
No estoy seguro.
Puedo ser un hombre que sabe.
Un hombre que sabe que en los libros hay relatos de vida pero no son el aliento biótico que fluye cuando haces.
Un hombre que sabe que en las estrellas se puede reflejar el espejismo del destino, pero mi camino lo hago yo.
Un hombre que en el silencio de la montaña escucha el murmullo de su sangre transportando aire y libertad.
Un hombre que sabe que en todos los hombres se acovacha, expectante, sigiloso, diurno y nocturno el deseo de no mentirse al considerarse simple.
Somos complicados, en el sentido laxo de la palabra. Somos la confluencia extraordinaria de variables que nos hicieron a cada uno. No creo que sea algo para agradecerle a la suerte. La suerte no existe. Si algo pasa es porque toda una intrincada red de causas y efectos nos trajo a un momento, una persona y una mentalidad que no podían ser otros, salvo ese momento, esa persona y esa mentalidad.
El vivir en sociedad nos ha llevado a la búsqueda de los puntos en común, y en esa comunión de diferencias nos hemos olvidado de la individualidad inherente a casa uno.
Todos los seres humanos hemos querido ser uno, y nos hemos vuelto ninguno.
Vuelvo al principio: No soy un hombre que sabe...Aún no, pero allí voy.